Dentro de las actividades que se llevaron a cabo, el comedor de BSH abrió sus puertas a aquellos que se animaron a disfrutar de una comida-debate. Una iniciativa que buscaba generar medidas de inclusión reuniendo a los miembros de la organización en una comida. El objetivo era que los empleados se mezclasen y no se sentasen con aquellas personas con las que habitualmente comen.
La actividad comenzó al entrar al comedor y coger un mantel de un color: el azul simbolizaba la diversidad de género, el amarillo era para la diversidad cultural, el verde era para la diversidad generacional y el rojo para la diversidad funcional. Una vez escogido, los empleados se sentaron en la mesa del mismo color que su mantel. Después, tocó disfrutar de la comida mientras comentaron el tema que les había correspondido con sus compañeros. Los manteles incorporaban información que ayudaron a iniciar la conversación con más facilidad:
-Se habló de diversidad cultural, teniendo en cuenta que 258 millones de personas en el mundo residen en un país diferente al de su nacimiento. Muchos utilizaron este dato como punto de partida para debatir sobre el tema, charlar sobre las ventajas de tener equipos multiculturales en la empresa y deliberar cómo BSH promueve iniciativas que fomentan ese tipo de diversidad.
-Se habló de diversidad de género y los participantes se encontraron con un acertijo que evidenció las diferencias de género que existen en la actualidad. Debatieron sobre si existe una brecha de género a la hora de acceder a un puesto de trabajo, hablaron de sus propias experiencias y aportaron sugerencias que luego compartieron con la empresa.
-Se habló de diversidad generacional y fue necesario mencionar los riesgos que supone el cambio demográfico en el futuro. En España, el 50% de la población tendrá más de 50 años en 2050. Se pensó en cómo podría afectar esta predicción en las empresas y qué iniciativas se podían llevar a cabo para minimizar el impacto.
-Se habló de diversidad funcional, nombrando algunas de las personas con discapacidad que han pasado a la Historia gracias a su éxito profesional. Debatieron sobre los tipos de discapacidad que conocían, de lo que significa ser “una persona normal” y de los beneficios que nos aporta la integración laboral de las personas con discapacidad.
Una vez terminada la comida, los participantes escribieron sus conclusiones en la parte del mantel destinada a ello y lo depositaron en la urna. Todas sus sugerencias se valorarán a la hora de desarrollar futuras medidas que favorezcan esta diversidad. Un valor que ha estado presente en los proyectos de BSH durante años y que ha tenido como objetivo la consecución de un proyecto unido y diverso. BSH incorpora en su trabajo programas de igualdad de oportunidades y conciliación familiar: la empresa dispone de una Comisión de Igualdad en cada centro de trabajo que se encarga de comprobar que los objetivos del Plan de Igualdad de BSH España se llevan a cabo, fomentando el trabajo de las mujeres y apoyándolas para que alcancen todo su potencial.
Además, en BSH España trabajan alrededor de un 2% de empleados que presentan algún grado de discapacidad reconocido. Los empleados realizan sus funciones tanto en puestos de producción como en oficinas, integrándose en todos sus equipos. BSH también ha establecido acuerdos con diferentes centros de integración socio-laboral, un paso más hacia la integración laboral y la no discriminación. De esta forma, BSH reafirma su compromiso a respetar la igualdad de oportunidades y a valorar y motivar a todos sus empleados según sus diferentes capacidades.