Uno de los objetivos de BSH es velar por la eficiencia energética y la protección del medio ambiente a lo largo del ciclo de vida de sus productos. Por este motivo, en BSH España hemos establecido unas pautas medioambientales en las que basamos todo nuestro trabajo. Para comprobar que estas pautas son respetadas y para encontrar aspectos en los que se puede mejorar, la compañía recibe anualmente auditorías internas y externas que analizan su desempeño ambiental. Isabel Rubio, del departamento corporativo de medio ambiente en BSH, explica las diferentes clases de auditorías que recibe BSH España y por qué son tan importantes para el crecimiento de una compañía.
Las auditorías internas medioambientales se llevan a cabo por los responsables de las distintas fábricas de BSH España, que son los mayores expertos en cuestiones ambientales y energéticas, liderados por una persona del departamento central. De esta forma no solo se asegura el alto nivel de las auditorías, sino que también se unifican los criterios medioambientales en todas las fábricas de BSH. Las auditorías internas analizan el cumplimiento de los requisitos establecidos por la compañía, concretamente aquellos que se recogen en los sistemas de gestión ISO 14001 e ISO 50001 relativos al medio ambiente y a la eficiencia energética: “Una vez al año tienes que comprobar que todas las cosas que has establecido que vas a hacer dentro de tu sistema de gestión las estás haciendo correctamente”, explica Isabel.
La norma ISO 14001 ayuda al desempeño ambiental de las organizaciones en cuestiones como el tratamiento del agua o la correcta gestión de los residuos. Es decir, las auditorías internas siguen este sistema de gestión para analizar las actuaciones de la empresa desde el punto de vista de su impacto en el medioambiente. “Hay que analizar el impacto medioambiental que la empresa genera con su actividad, de cara a la búsqueda de la mejora continua”, asegura.
Por otro lado, la norma ISO 50001 se centra en el desempeño energético de las organizaciones. La auditoría evalúa aspectos de BSH como la optimización del consumo de energía en la fabricación de los productos: “El objetivo es conseguir hacer lo mismo o más de lo que ya estás haciendo en tus actividades industriales, pero de forma más eficiente, consumiendo menos energía”.
El segundo tipo de auditorías son denominadas corporativas, de las que se encarga la central de medioambiente de BSH: “Aquí comprobamos que los procesos internos de BSH sobre gestión ambiental y energética se desarrollan correctamente. Son distintas de las auditorías internas, porque en éstas últimas comprobamos además el cumplimiento de otros requisitos externos, por ejemplo, requisitos legales, mientras que en las corporativas solo se comprueba el cumplimiento de los requisitos internos”.
El tercer tipo de auditorías son las auditorías externas: una entidad de certificación externa acude a la compañía para comprobar si nuestros sistemas de gestión se ajustan a los estándares ISO14001 e ISO50001. Estas auditorías se realizan dentro de un sistema matricial, es decir, de las 43 fábricas que tenemos en el mundo, un tercio han de pasar esta auditoría cada año, de forma que, en el período de tres años de validez del certificado, todas hayan sido auditadas. En el caso de España, una o dos fábricas son auditadas cada año.
“Las auditorías externas son especiales porque el resultado de esas fábricas que se evalúan en un año se extrapolan al resto de fábricas. Es decir, si hay una fábrica que no cumple lo establecido en las normas ISO, se pone en riesgo la certificación de todas las fábricas de BSH”. Cuando las empresas superan todos estos tipos de auditorías, se les conceden los certificados que señalan a las organizaciones como ambientalmente responsables.
Las certificaciones son una forma de que la sociedad y el resto de las empresas sean conscientes de que BSH cumple con unos estándares medioambientales y de eficiencia energética: “Es más fácil que otras personas valoren la eficacia de lo que estás haciendo si se mide en relación a una norma que tiene unos puntos establecidos y es una base común para todos.” Sin embargo, Isabel cree que son los sistemas de gestión, y no las certificaciones, lo que de verdad le aporta valor a una compañía: “Las ventajas que tienen estos sistemas es que son muy metódicos y están orientados a la mejora continua, por eso ayudan a avanzar más rápido en la dirección correcta”. De esta forma, la empresa busca continuamente oportunidades de mejora en sus aspectos medio ambientales.
Los sistemas de gestión ambiental de BSH se centran en la optimización de los recursos y la reducción del impacto medioambiental, tanto en un alcance más general con la norma ISO 140001, como haciendo hincapié en el consumo energético del sistema ISO 50001. El cumplimiento de estos sistemas obliga a hacer chequeos periódicos que permiten que la empresa compruebe si está en el camino correcto, si se está desviando de sus propósitos o si está dejando de lado alguna oportunidad que le permita mejorar. El objetivo final es avanzar en la mejora continua para seguir contribuyendo en la protección de nuestro planeta y sus recursos.