En BSH, consideramos relevante la diversidad funcional y contamos actualmente, entre las plantillas de nuestros centros de trabajo, con 59 compañeros con diferentes capacidades funcionales. Además, como medida complementaria, contratamos los servicios de centros especiales de empleo, que también, y sobre todo, dan trabajo directo a personas con diferente capacidad, superando así la cuota mínima legal de 2% de la plantilla. 

Nuestro objetivo como compañía es dar pequeños pasos para incorporar a nuestros equipos personas con diferentes capacidades funcionales. Por eso, trabajamos internamente para estrechar relaciones con asociaciones y fundaciones que nos permitan contratar a más personas en el futuro. 

Una medida clave para conseguirlo es contar también con estas personas que accedan a la compañía a través del programa de prácticas. Fundaciones como DFA, Fundación Adecco o Fundación ONCE nos ayudan a acceder a estos perfiles que pueden ser futuros talentos de la empresa si les proporcionamos el apoyo y la formación necesaria. 

En 2024, hemos contado con una persona con discapacidad auditiva en el departamento de compras de Montañana. Su tutor ha sido Juan Ramón Soler, que valora positivamente la experiencia. "Desde el primer momento, intentamos que su discapacidad no le impidiera realizar tareas, como por ejemplo llamar por teléfono o atender reuniones online. Una vez establecimos un modo de trabajo que le permitiera desarrollar las actividades con normalidad, el proceso fue como el de cualquier beca. Puede que en algunas áreas seguramente haya algún tipo de brecha laboral, pero creo que si potenciamos las herramientas adecuadas y analizamos cada situación , podemos romper esas barreras. En mi opinión, de cara a tener un ambiente laboral más inclusivo, es primordial aumentar e impulsar la oferta de prácticas y reducir las posibles limitaciones que estas personas puedan encontrar en su trabajo diario". 

En el departamento de recursos humanos también contaron con una persona con discapacidad física durante 2023. Su responsable fue María Alonso. "Su estancia supuso una reflexión, sobre todo al inicio, al acercarnos a una realidad de la que a veces estamos lejos. Con el paso de los días, todo se va normalizando y las cosas que al inicio nos chocaban pasaron a formar parte del día a día. Al final llegamos a olvidarnos de si persona tenía o no una discapacidad. Creo que la brecha que pueda haber en el entorno laboral comienza ya en la etapa académica ya que, aunque la exigencia de una titulación universitaria es lo más estándar dentro de las empresas, realmente vemos que hay pocos perfiles disponibles. Además, por supuesto nos faltan muchas herramientas de sensibilización y en cuanto profundizas en el tema te das cuenta de que estamos plagados de sesgos. ¿Qué podemos hacer desde las empresas? Sensibilización, cercanía con entidades especializadas para atraer a estos perfiles y también soporte para optimizar este aspecto y, por supuesto, avanzar en accesibilidad". 

Este año, volvemos a participar, junto con Fundación Once y las universidades adheridas, en la convocatoria de Becas CRUE con la intención de acoger de nuevo a personas en prácticas en 2025.