Todo ello a pesar de que, según expertos como Sergio, este tipo de tecnología ha tenido la mala prensa en ocasiones, a través del cine o de la ciencia ficción, que la han presentado como un elemento poco menos que “apocalíptico”. Lo cierto es que quedan pocas personas que no la hayan utilizado ya, aunque no lo sepan. “Todos usamos los buscadores, los traductores, asistentes o navegadores de los coches”, nos explica Sergio. Y todas ellas son soluciones basadas en Inteligencia Artificial. De hecho, cada vez “les exigimos mayor precisión” y ya nadie duda en utilizar estas herramientas. Un largo camino por recorrer.

A pesar de que la Inteligencia Artificial es un término que la digitalización ha puesto en boca de muchos, se trata de una tecnología a la que todavía le queda un camino importante que recorrer. Sobre todo, en lo que se refiere al segmento de los electrodomésticos.

“Hoy en día nadie compra un móvil o un ordenador que no se pueda conectar, y con los electrodomésticos pasará lo mismo, pero tenemos que ofrecer nuevas funciones y formas de interactuar con los usuarios”, confirma Sergio, que resalta la importancia de los últimos avances en algorítmica y computación para conseguir que BSH se encuentre ya en el camino correcto de cara a desarrollar “soluciones cada vez más avanzadas”.

Los objetivos en este sentido parecen estar claros: es necesario dar pasos firmes para “generar muchos datos” que nos permitan entrenar a la Inteligencia Artificial del futuro. “La conectividad es el primer paso, pero todavía queda mucho trabajo de aprendizaje y recopilar muchos datos”, revela.

En lo que respecta a la aplicación concreta de la inteligencia artificial a los electrodomésticos, Sergio confirma que muchos de ellos ya se pueden conectar hoy en día, pero todavía no cuentan con el ancho de banda necesario para sacarles el máximo partido. “Estamos trabajando en BSH para tener una arquitectura actualizable” y poder dotarlos del ancho de banda que necesitan para, por ejemplo, “implementar un software nuevo con nuevas funciones” cuando lo necesiten.

Así será la cocina del futuro gracias a la IA

A pesar de que “hoy no se ve la necesidad de que la cocina esté conectada” ese momento llegará tarde o temprano. Hablamos de asistentes virtuales que nos permitirán tener información al instante, o serán capaces de reconocer cualquier utensilio que tengamos en la cocina.

Actualmente, uno de los retos del Centro de Tecnología de Inducción de BSH es, precisamente, “desarrollar un asistente virtual que te ayude a cocinar”. Cuando esta tecnología llegue a cualquier cocina, los usuarios podrán crear platos “nivel chef” gracias a las recetas inteligentes y a toda la información que facilitarán este tipo de asistentes a través del sentido de la vista, que es “el más importante que utilizan los chefs”.

Todavía no es posible predecir cuándo veremos una cocina conectada con ese nivel de inteligencia, puesto que el proyecto todavía está en una fase de desarrollo de “una serie de algoritmos que se adapten a cada uno de los usuarios”. Solo cuando esté creada la conectividad adecuada y se haya generado la cantidad suficiente de datos será posible ofrecer nuevos electrodomésticos con estos avances.

Una tecnología fiable

¿La Inteligencia Artificial conlleva riesgos? Parece evidente que sí. No obstante, sistemas como el control de encimeras que se desarrolla en el Centro de Tecnología de Inducción de BSH parten también de una premisa fundamental: “No será algo intrusivo y se adaptará a las necesidades de cada usuario, será algo que aportará valor”, afirma Sergio.
De hecho, él mismo vaticina que para “maximizar” los beneficios de la Inteligencia Artificial serán necesarios grandes cambios y “definir unas reglas y una legislación” para que convivir con este tipo de avances sea algo habitual y que los usuarios no lo perciban como una manera de invadir sus ámbito personal.