El desarrollo de placas de inducción, ejemplo clave de colaboración con universidad
BSH ha sido una compañía pionera en promover la colaboración entre empresa y universidad, una alianza clave para desarrollar proyectos de I+D+i.
Uno de los proyectos más representativos es el que dio origen a las placas de inducción a finales de la década de los 80 y que ha acabado siendo la tecnología más vanguardista e innovadora en cocción doméstica de este nuevo siglo. Esto es posible gracias al trabajo de empleados de BSH y expertos investigadores de la Universidad de Zaragoza.
Esta colaboración se basa en el concepto de innovación abierta, es decir, la confianza, el interés y objetivos comunes, el entendimiento compartido y el convencimiento de que es una relación que genera valor en ambas partes. Es una alianza en la que la universidad aporta su trabajo en investigación de forma alineada con las necesidades de los usuarios de las placas de inducción. De ese trabajo no solo obtenemos innovaciones de producto final, sino que es también una potencial salida laboral en la empresa para los investigadores y doctorandos que colaboran en ella.
Desde el lanzamiento al mercado de la primera generación de placas de inducción en 1989, en 2021 ya se ha alcanzado la cifra de 15 millones de placas. El liderazgo alcanzado en el mercado europeo en este tipo de placas se debe, sin duda, a la estrecha colaboración entre BSH y la Universidad de Zaragoza.
Montañana es la mayor fábrica de placas de inducción del Grupo BSH en el mundo. En la actualidad, se fabrican 1 de cada 3 placas de inducción que se venden en Europa y 1 de cada 5 que se venden en el mundo. Una de las claves de la potencia industrial de esta fábrica, es la cercanía al Centro de tecnología de inducción, creado en 2003, y que está a la vanguardia de la innovación en cocina doméstica, desarrollada por personal investigador de BSH en colaboración con numerosos organismos científicos, dotando al producto de prestaciones únicas y de una alta calidad, para asegurar la mejor experiencia de uso por parte del consumidor final.
Además, como resultado de esta colaboración en este proyecto de I+D+i se han lanzado más de 50 proyectos de investigación, más de 150 trabajos fin de máster, 15 tesis doctorales presentadas y en torno a un centenar de solicitudes de patente con participación de inventores universitarios.
Para BSH y la Universidad de Zaragoza su acuerdo de colaboración siempre ha estado muy vivo. Ello se traduce en que, a pesar de ser una alianza de muchos años, ninguno de los dos ha dejado nunca de apagar la llama de su pasión por investigar e innovar, muy al contrario, su dedicación a la I+D+i ha ido ‘in crescendo’.