En BSH tenemos la vista puesta en el futuro, algo que viene marcado por nuestras inquietudes tecnológicas y que también compartimos con nuestros empleados. Héctor Lanuza, ingeniero responsable de la calidad y los procesos internos de la planta de Esquíroz, especializada en la fabricación de frigoríficos y lavavajillas compactos, nos dedica unos minutos para hablar sobre Industria 4.0, un tema muy actual que va a traer profundos cambios a nivel productivo y social. “Es un cambio brutal de pensamiento; técnicamente nos encontramos con producciones que serán independientes de la mano de obra humana, automatizaciones por sistemas ciberfísicos e inteligencias artificiales, el llamado Internet de las Cosas o el cloud computing, pero es la combinación de todas ellas lo que nos hace pensar que el incremento de esta nueva revolución va a ser exponencialmente más grande y profunda que las anteriores”, explica.
El cambio constante es el motor de la actualidad y lo que define la Industria 4.0, una revolución que trae consigo numerosos beneficios, como “la relativa facilidad y el bajo coste de acceso a los datos e información para mejorar y optimizar todos los procesos productivos”, afirma Héctor. Que las máquinas estén conectadas y puedan acceder a la información hará que se mejore de forma más fácil, continua y rápida. En este contexto, lo real y lo virtual se fusionan, incorporando tecnologías como la robótica y la realidad aumentada a la producción. “Dotando de formaciones y ayudas virtuales a los operarios podremos optimizar formaciones y los puestos de trabajo para reducir los requerimientos de formación al mínimo. Por otro lado, el uso de realidades y simulaciones virtuales de realidad aumentada a los trabajadores en producción también nos hace acortar los plazos que necesitamos para planificar y seguir mejorando las producciones y equipos actuales”.
Héctor apunta que la cuarta revolución industrial traspasa lo tecnológico, siendo un cambio de pensamiento que tiene como base a las personas. La nueva industria requerirá de trabajadores que se adapten a esta nueva forma de pensar: “Las tecnologías van a mutar tan rápido que tendrás que aprender una nueva tecnología que puede quedar obsoleta en poco tiempo. Digamos que el aprender a desaprender será una de las cosas en las que habrá que formar a las personas”. Enfrentarse a un posible nuevo modelo educativo en el que las nuevas generaciones se reciclen constantemente es uno de los retos que presenta la Industria 4.0. La gestión de la información es otro de ellos: “Los datos van a ser la entrada a la cadena de valor y va a ser de vital importancia que sean fiables y robustos”. Un asunto directamente relacionado con la ciberseguridad, asignatura obligatoria para las empresas, que deben proteger y velar por el buen uso de la información.
Héctor ha dirigido equipos que actualmente trabajan en proyectos como mantenimiento predictivo en los que serán algoritmos o inteligencias artificiales los que se encargarán de la planificación del mantenimiento de las máquinas. Un ejemplo de cómo la conectividad de las cosas que vivimos en el día a día también vive su gran momento en la industria.