La actividad de un gran grupo como BSH deja huella e impacta en lo que tiene alrededor. Por ello, la responsabilidad corporativa es uno de nuestros grandes compromisos y, dentro de ella, el medio ambiente.
Según la Unión Europea, los electrodomésticos representan aproximadamente el 50% del consumo energético de los hogares, por eso es nuestra misión fabricarlos de la manera más eficiente posible. Igual que ser conscientes de todo lo que impactamos, como las emisiones de gases de efecto invernadero, que quedan reflejadas en la huella de carbono. Esta tiene en cuenta todas las actividades que realizamos asociadas a la fabricación de electrodomésticos: desde el consumo energético de las fábricas y las oficinas, hasta el transporte de los electrodomésticos desde el almacén al cliente.
En BSH, este cálculo se hace desde 2010, de acuerdo a los criterios establecidos por el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol), desarrollado por el World Business Council for Sustainable Development y el World Resources Institute. “Existen diferentes protocolos, pero utilizamos el de mayor rigor científico. En BSH nos acogemos al GHG, que es el más reconocido internacionalmente. Realizar el cálculo es algo muy laborioso y requiere la información y colaboración de muchos departamentos de la compañía”, explica Laura Garbajosa, técnico de medio ambiente en BSH España. La huella de carbono incluye las emisiones de CO2 de reporte obligatorio, que comprenden las emisiones directas procedentes de la combustión de gas natural y de combustible en vehículos (Alcance 1), y las emisiones indirectas generadas por el consumo de electricidad (Alcance 2). Aunque en BSH añadimos en Alcance 3 las generadas por los medios de transporte que no son propiedad del grupo, asociados a los viajes de empresa y al transporte de aparatos, calculadas a partir de una metodología que desarrollamos en 2011 junto con el Instituto de Ecología Aplicada de Berlín.
Además de calcular la huella de carbono, en BSH España publicamos los datos desde 2012 como medida para ser transparentes y seguir mejorando. A esto se le suma que, desde 2017, también registramos la huella de carbono en la Oficina Española de Cambio Climático como parte del Plan Estratégico de Responsabilidad Corporativa que, entre otras líneas de acción, contempla las relacionadas con la reducción de emisiones de GEI en todas las actividades de los departamentos de la compañía.
Y las medidas que se toman están funcionando, porque en 2017 la huella de carbono ha sido un 26% inferior con respecto al año pasado. Entre algunas de las acciones llevadas a cabo se encuentra el uso de nuevas herramientas de comunicación, como Live Meeting y Office Communicator, que evitan viajes e incrementan la productividad. O la implantación de AVAYA y Skype, que deja atrás los sistemas de telefonía tradicional favoreciendo la conectividad y reduciendo desplazamientos. Los objetivos de emisiones de CO₂ del grupo Robert Bosch son reducir el 35% en 2020, en comparación con las emisiones de 2007.
Pero el seguimiento de la huella de carbono no es la única actividad que realiza BSH en materia de medio ambiente. “La sostenibilidad es uno de los principios de la compañía y estamos involucrados en distintos temas medioambientales. Por ejemplo, a nivel productivo contamos con certificaciones, pero a nivel de producto también implementamos medidas relacionadas con el ecodiseño”, cuenta Garbajosa. Una disciplina determinante ya que, según la Unión Europea, alrededor del 80% del impacto ambiental que un producto generará a lo largo de su vida se decide en la fase de diseño del producto. Además, hay en marcha otros programas dedicados a la eficiencia de recursos, como Resource Efficiency, cuyo objetivo es reducir el consumo de agua y energía para 2025; o todo lo derivado de la economía circular.
¿El gran objetivo ambiental de BSH España? Consumir menos energía. Laura lo ilustra: “BSH quiere mejorar la eficiencia, no tanto hacer una compensación de la huella de carbono, que sería una medida paliativa. Por ejemplo, con la compra de energía verde no generas emisiones, pero es mejor si ahorras luz. Gastar menos tiene más peso, incluso si la luz proviene de la energía verde”.