Mayor seguridad y productividad con una best practice de automatización
Recientemente, en la fábrica de BSH en Esquíroz se ha llevado a cabo una nueva implantación en tecnología AGV (Autonomous Guide Vehicle). En este caso, ha sido para automatizar las carretillas tractoras que conducen los milkrun que se utilizan para trasladar materiales del almacén y repartirlos en la cadena de montaje del área de frigoríficos.
“El tractor arrastra vagones y se mueve sin conductor, reproduciendo de manera autónoma el trayecto. La novedad del proyecto es que se ha implantado esta tecnología en un tractor estándar, una solución desarrollada 100% por el proveedor Jungheinrich”, asegura Dimas Nieto responsable del departamento de Supply Chain en la planta de Esquíroz.
El tractor tiene grabadas las rutas y las balizas están topografiadas. Cada vez que recibe una señal de la baliza correspondiente, se ubica dentro del trayecto por la fábrica.
Los dos mayores beneficios que aporta esta automatización son la productividad y la seguridad. Al ser una actividad robotizada, no hay opción al error humano, y no hay riesgo de accidente. Conducir estos tractores de forma autónoma aporta una mayor fiabilidad en las trayectorias. El AGV lleva sensores, sistemas de detección y ajusta la velocidad dependiendo de las dificultades que le hayan sido programadas en sus trayectos (curvas, pasos estrechos, etc.) alcanzando un máximo de 6 km/h. Si encuentra un obstáculo, se para y no retoma su marcha hasta que no se ha liberado el trayecto.
“Además de estas medidas de seguridad, se han impartido formaciones a la plantilla para concienciar a los empleados de que, a partir de ahora, tenemos que convivir con este tipo de dispositivos. También se ha hecho especial hincapié en recalcar ciertas normas como que está totalmente prohibido pasar entre vagones”, comenta Dimas Nieto.
“Esta tecnología nos ha permitido tener mayor productividad y esa es la única forma de garantizar el futuro de empresas en nuestro país. La automatización es una vía inagotable para ganar productividad y eso te permite tener mejores resultados económicos y anclar la ubicación de Esquíroz dentro de la compañía”, señala Dimas Nieto.
De momento, en Esquíroz se han automatizado tres trenes de los ocho que hay en el área de frigoríficos y tras el buen resultado, en la ubicación tienen como objetivo extender esa automatización a los cinco restantes. Es la única fábrica del Grupo BSH que ha implantado la tecnología AGV en un tractor estándar y eso permite poderlo manejar tanto autónomamente como manualmente, en caso de que sea necesario. “Es una solución óptima y creemos que fácilmente exportable a otras ubicaciones del Grupo BSH”, concluye Dimas Nieto.