Antes de emprender una nueva tarea, termina la anterior
Stop starting, start finishing: es el mantra que persigue la metodología ‘agile’ Kanban, y quiere decir, termina cosas antes de empezar otras.
Muchas tareas planificadas no se finalizan en el plazo previsto. Viviendo en un mundo multitarea, no es raro que tengamos cientos de cosas abiertas en paralelo, pero no consigamos que ninguna esté terminada del todo. Además, muchas veces nos encontramos con demasiadas cosas etiquetadas como prioritarias, lo que hace que ninguna lo sea realmente.
El principio fundamental en el que se basa la metodología Kanban es la visualización del flujo de trabajo de un equipo, entendiendo como flujo los estados por los que pasa un elemento sobre el que se trabaja desde que aparece a la vista hasta que está terminado. Una vez dicho flujo es visible para todos, se pueden detectar los problemas en el mismo.El primer paso consiste en que el equipo diseñe conjuntamente un panel o tablero con este propósito. Dicho tablero debe ser representativo de las fases por las que pasan los temas en los que se trabaja y, sobre todo, debe cumplir dos requisitos: tiene que ser muy sencillo de partida y tiene que salir del propio equipo, jamás debe ser impuesto.
El tablero contiene columnas que muestran los diferentes estados por los que pasa un elemento sobre el que se trabaja, representado, a su vez, por una tarjeta. Cada día, el equipo se reúne en torno al tablero para sincronizarse, poniendo de relieve progreso, problemas y bloqueos que haya podido encontrar tal y como se hace en otras metodologías ‘agile’ como Scrum.
Fuente: D.Sánchez-Rubio